20.12.24

Salven nuestro futuro, no sus bancos


Este mensaje tiene algunos años en su edad, pero nos lo dice con claridad. No salvemos los bancos, salvemos nuestro futuro. Era en la crisis de 2008 cuando se hicieron muy mal explicados unos esfuerzos tremendo para salvar a los bancos de crédito, como garantía teórica al menos, el funcionamiento económico de los países occidentales.

Costaron muchos millones y los bancos salieron más seguros, más ricos y por ellos una década después con muchos más beneficios. Que no fueron para lo público sino para lo privado. Y desaparecieron muchos bancos, incluidos todos los públicos.

Era una forma de protestar por lo que ya entonces se veía que iba encaminado solo a resolver una parte del funcionamiento social. El de los poderosos.