Durante muchos años en España, las pegatinas políticas funcionaron muy bien desde mediados de los años 70 hasta el siglo XXI, pues fueron una herramienta sencilla, barata y útil para propagar las ideas de lucha y reclamación, sobre todo desde sindicatos y pequeños partidos políticos.
Los grandes partidos solo las utilizaban en sus mitines de campañas electorales como un complemente más.
Estos adhesivos o pegatinas adhesivas podría contarnos una parte de la historia de la Transición en España, y curiosamente en este 2024 también se siguen utilizando como reclamo de gritos en situaciones de lucha o de injusticia.
Este pegatina que vemos arriba es del año 2024 en Zaragoza, de las peleas actuales que tienen los trabajadores de la fábrica Balay por tener un convenio laboral mejor.
Es cierto que la pegatina como reclamo sindical o político, hoy, está bastante eclipsada por las Redes Sociales, en donde es más sencillo y rápido lanzar el mensaje. Pero en realidad la utilización y utilidad de un sistema u otro llama a confusión.
La pegatina tiene su sentido "cochino" pegada en las calles, en vallas, en lugares en donde destaque por color y en donde ven el mensaje todo tipo de viandantes.
En cambio las Redes Sociales las leen y ven los conocidos, los amigos o los que más o menos piensan parecido al emisor.
Llegan de diferente manera las pegatinas adhesivas y los mensajes en Redes Sociales. Por eso todavía no desaparecen las viejunas pegatinas.
