A veces el número de tontos por la calles, opinando, hablando, escribiendo, es tan elevado que podría parecernos preocupante. Pero no, los tontos no nos deben preocupar. Los realmente malos son los listos que quieren jorobarnos, robarnos, engañarnos.
Los tontos dejan frases como esta, con su propia lógica. Le espantan los libros pues no sabe leer. Cree que es un esfuerzo. Como es tonto no nos afecta, pues enseguida se ve su intención. Los malos son los que se disfrazan de listos.
Claro que… ¿y si fuera con segunda intención la frase? ¿Y si fuera cínica?