Somos territorio para dar voz a quien quiera hablar. En este caso, en Galicia, alguien no estaba indignado, estaba encolerizado. Es una parte más, un grado aumentativo de la indignación.
Nos podemos imaginar los motivos, son tiempos raros y muy dados entre todos a ir contándonos mierdas y mentiras. Por eso, entrar en cólera es un mal camino. Pero cada uno de nosotros tenemos un aguante diferente.