El cartel en el muro de la ciudad de Valencia no deja dudas. Menos turismo, o al menos más controlado, y más espacios de uso comunitario en los barrios y en el centro de las ciudades.
No podemos convertir a las ciudades en centros turísticos masificados, y sobre todo no podemos permitir que sus centros urbanos se queden vacíos de vecinos de la propia ciudad, pues eso supone convertir en parques temáticos a las ciudades.
Y ese grito vecinal va de esto. O lo tenemos muy en cuenta con acciones, y si no, tendremos un serio problema que irá en aumento. El turismo en un gran movimiento de economías locales, sin duda, pero hay que ser inteligentes a la hora de potenciarlo.