Cuando hace unos 7.000 años, en el Neolítico, alguna persona hizo estas manos en la Cueva de las Bestias, Wadi Sura, en la meseta de Gilf Kebir de Egipto, se hizo lo mismo en decenas de lugares diferentes del planeta, a muchos miles de kilómetros de distancia unos de otros, utilizando la mano izquierda apoyada sobre la roca y con la mano derecha y la boca esparciendo pintura casi siempre roja o similar, para formar un negativo de esa mano izquierda, la que menos utilizaban.
No sabemos el motivo, aunque parece una firma.
Miles de años después, más de 40.000 años desde los comienzos del Arte de pintar manos en negativo, seguimos expresándonos de forma parecida, con nuestras firmas, nuestros signos, demostrando que estuvimos allí y lo dejamos dicho, firmado, en los muros, en las paredes de nuestras ciudades.
¿Qué distancia cultural hay entre las firmas que vemos a continuación y aquellas manos repartidas por todo el mundo, realizadas de formas muy similares unas a otras, pero sin contactos culturales entre las diversas tribus o civilizaciones históricas?
¿Hay mucha distancia social, cultural o intelectual, entre firmar las cuevas y las obras que allí realizaban con las huellas de sus manos, o hacerlo en nuestros muros actuales con firmas y otros signos?
