En la Casa de los Amantes Castos de Pompeya, una de las mejores conservadas en la ciudad destruida por el Vesubio podemos ver la frase en latín que vemos arriba. Un o un anuncio, un deseo o una forma de hacer publicidad. Dice la frase rascada sobre la pintura: “Los amantes, como las abejas, tienen una vida dulce como la miel”.
Son casi 2.000 años de antigüedad, y ya se utilizaba esa costumbre —que incluso ahora seguimos sin entender— de utilizar las paredes para que nos hablen, nos digan cosas con diversas motivaciones. Una pared es un lienzo. Y como tal, parece que nos pide que la utilicemos para nuestra expresión. Pero sin abusar, sin destrozar.
Alguien, no se sabe bien en qué fecha, puso debajo y también en latín: “Ojalá” poniendo en duda la frase anterior. Textos pues que se hablaban entre ellos, que se comunicaban pues se respondían.
No solo se rascaba la pared para poner textos, no solo se leían y se conservaban un tiempo, sino que ese tiempo era suficiente como para que alguien responder al mensaje primero.
No había como ahora, “reparadores” de pintadas que acuden con urgencia a borrar lo que algunos van dejando por las paredes.
Hace 2.000 años, las calles del Imperio Romano no eran como las conocemos hoy en día a través de sus ruinas excavadas. No había carteles publicitarios ni anuncios digitales como hoy, tampoco tantos comercios ni tanto color, pero sí existía una variedad de mensajes escritos que la gente podía encontrar en las paredes, edificios y monumentos.
Hace 2.000 años, las calles del Imperio Romano no eran como las conocemos hoy en día a través de sus ruinas excavadas. No había carteles publicitarios ni anuncios digitales como hoy, tampoco tantos comercios ni tanto color, pero sí existía una variedad de mensajes escritos que la gente podía encontrar en las paredes, edificios y monumentos.
Estos mensajes eran diversos y podían incluir Anuncios, Avisos, Grafitis particulares, Marcas, etc. Excepto en Pompeya y Herculano lo que se puede ver son las zonas bajas de los edificios, las cimentaciones y gran parte de lo que había pintado ya se ha perdido. Pero aquellas paredes no eran tan aburridas como las vemos ahora.
Había Anuncios de:
Había Anuncios de:
Eventos públicos: Se anunciaban gladiadores, carreras de carros, obras de teatro y otras actividades de entretenimiento para que fueran conocidos por la población de las localidades.
Negocios: Se anunciaban tiendas, talleres y servicios como tabernas, panaderías y herreros.
Propiedad: Se anunciaban la venta o alquiler de casas, tierras y esclavos en un mercado que necesitaba utilizar la publicidad para dar a conocer sus productos.
Políticos: Se anunciaban campañas electorales, discursos y eventos políticos.
También había Avisos de:
Edictos y leyes: Se publicaban las nuevas leyes y decretos del gobierno, y las sentencias judiciales que consideraban importantes por afectar a localidades.
Avisos religiosos: Se anunciaban eventos religiosos, festivales, llegada de reliquias y sacrificios, para que hubiera participación de la sociedad.
Avisos militares: Se anunciaban reclutamientos, desmovilizaciones y órdenes militares. Cuando el territorio estaba en peligro se dictaban Bandos que se ponían en las calles.
Incluso existieron Grafitis con:
Frases y poemas: Se escribían frases ingeniosas, poemas y mensajes personales.
Insultos y sátiras: Se escribían mensajes burlones o críticos sobre personas o figuras públicas, buscando crear humor o simplemente insultar.
Declaraciones de amor: Se escribían mensajes románticos o propuestas de matrimonio como se sigue haciendo en la actualidad en algunos casos.
Y Marcas para recordarnos:
Símbolos y emblemas: Se marcaban símbolos de gremios, religiones o grupos políticos, para que se publicitaran o para marcar pertenencias de estos grupos de presión.
Nombres y frases: Se escribían nombres, frases o dibujos para marcar la propiedad o dejar un recuerdo de una visita, como sucede ahora
Se utilizaban pigmentos naturales como materiales de pintura mezclados con cera o agua para pintar en paredes y monumentos. También carbón vegetal o piedras de calcio blanco para dibujar en superficies duras. y también se utilizaban sellos con inscripciones para marcar documentos o productos. Estos mensajes callejeros eran una forma importante de comunicación en la antigua Roma.
Hoy todos esos ejemplos nos permiten conocer algo más de su la vida cotidiana, las creencias, los intereses y las preocupaciones de la gente común de hace dos milenios. También son una fuente valiosa para comprender la historia política, social y económica del Imperio Romano.
Los mensajes en las calles de la antigua Roma eran una ventana a la vida cotidiana y la cultura del Imperio Romano. A través de estos mensajes, podemos aprender sobre la política, la economía, la religión y las relaciones sociales de la época.
Hemos encontrado anuncios de gladiadores, edictos de autoridades y sentencia judiciales, han llegado a nuestra época grafitis amorosos o marcas de gremios y comercios. Indicaciones de algunas tiendas y bares, incluso propaganda electoral. Estos mensajes pintados, tallados o escritos en las paredes romanas eran una forma crucial de comunicación en la época.
En la imagen de abajo que se encontró en Pompeya se puede leer en latín y en color negro: "Os ruego que hagáis edil a Helvio Sabino, digno de la Res Publica y hombre bueno". Y a continuación y en rojo: "Elegid a Albucio como edil".
En la imagen de abajo que se encontró en Pompeya se puede leer en latín y en color negro: "Os ruego que hagáis edil a Helvio Sabino, digno de la Res Publica y hombre bueno". Y a continuación y en rojo: "Elegid a Albucio como edil".
Dos ejemplos de anuncios políticos de campaña electoral pintados en las fachadas y muros en la época romana.
